El reloj central controla también señales de coordinación que se envían a los osciladores auxiliares. "Las variaciones en la temperatura corporal constituye una de estas señales diarias, pero desconocíamos su funcionamiento", explica Ueli Schibler. Para abordar esta cuestión, el equipo investigador ha desarrollado un sistema que permite exponer células a ciclos de temperatura simulados.
"Hemos descubierto que los ciclos de temperatura modulan la expresión rítmica de una proteína llamada CIRP, y que esta molécula es necesaria para la activación de los genes del reloj central, sobre una base diaria", señala Jörg Morf, investigador en el Centro Nacional de Capacidad en Investigación (NCCR) Fronteras en Genética, y primer autor del artículo. En contraste con la mayoría de las proteínas reguladoras que controlan la expresión de genes mediante la unión directa, CIRP actúa mediante la adhesión al ARN.
LOS RELOJES PUEDEN INFLUIR EN LA EFICACIA Y TOXICIDAD DE LAS DROGAS
En colaboración con el grupo de Félix Naef, de la EPFL, los investigadores han identificado prácticamente todas las dianas de ARN del CIRP, en las células vivas, utilizando una técnica ultra sofisticada de ingeniería genética. Este logro permitió sondear el transcriptoma -el ARN de todos los genes transcritos en un momento dado. "CIRP une transcripciones que codifican diferentes proteínas circadianas en la célula, lo que aumenta su estabilidad y permite que se acumulen", explica Ueli Schibler. La sensibilidad de los experimentos ha permitido al equipo localizar y contar cada molécula de ARN de un gen específico llamado CLOCK.
Según el estudio, las variaciones de temperatura inducen una producción rítmica de CIRP, que a su vez refuerza la activación cíclica de los genes osciladores circadianos. En los seres humanos, la diferencia de 1 grado Celsius en la temperatura corporal, observada entre la mañana y la noche, toma un nuevo significado. Los investigadores afirman haber demostrado que una pequeña fluctuación es suficiente para sincronizar los osciladores celulares.
Además, uno de los engranajes bioquímicos controlados por CIRP induce la acumulación cíclica de DBP, una proteína implicada en la detoxificación y metabolismo de los fármacos, lo cual demuestra que muchos relojes internos pueden influir en la eficacia y toxicidad de las drogas.Europa Press
0 comentarios:
Publicar un comentario